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lunes, 20 de agosto de 2007

EL PATÉTICO JUEGO DE LA PREPOTENCIA

No es una novedad que este gobierno utiliza un estilo particularmente agresivo, soberbio y prepotente. La reiteración de acusaciones y amenazas ha sido una moneda más que corriente en estos últimos 4 años. Insultos, distratos, acusaciones vacuas de conspiraciones y hasta de chantaje jamás demostradas (y ni siquiera denunciadas) ante la "justicia independiente" se han repetido hasta el cansancio.
Los distintos casos de corrupción recientemente puestos a la luz pública provienen de la discrecionalidad en el manejo de fondos surgida aquí, allá y acullá de distintas decisiones políticas avaladas por un Congreso meramente administrativo cumplidor de órdenes.
Superpoderes, manejo de fondos por el Jefe de Gabinete, fideicomisos descontrolados, esposa del ministro de planeamiento en cargo relevante en la SIGEN, no coparticipación de los recursos provenientes de las "retenciones" a las exportaciones y del impuesto al cheque, son apenas la punta del iceberg de una arbitrariedad contundente.
A eso se suma la asignación de subsidios a distintos sectores, la maraña de promociones y desgravaciones, y un sinfin de "estímulos" fundamentados en "créditos blandos", "planes" de ayuda y una interminable lista de etcéteras.
La frutilla de la torta ha sido, por estas horas, la designación de un ministro de economía vitoreado por la UIA por su tendencia al proteccionismo, al incremento de las promociones y al "dólar alto".
Así las cosas, los "industriales" argentinos tienen a su disposición: dólar caro, desgravaciones impositivas, sueldos bajos, cierre de importaciones, créditos blandos y cuanto se te pueda ocurrir para poder producir. Diríase que así cualquiera.
La fiesta parece interminable pero no lo es. Es sabido que discrecionalidades, prebendas, estímulos, subsidios y blandura de créditos no son más que formas superfluas generadoras de corrupción y producción de baja calidad.
La prepotencia de la que hablamos tiene nombre y apellido. Acá no se trata de que tal o cual funcionario hace lo que quiere. Para nada. Acá se hace lo que Kirchner dice que ha de hacerse. Por eso cuando el secretario Moreno sale a decir a quienes no vendan el pan a $ 2,50 que "ya sabremos que hacer con ellos", no está lanzando una amenaza propia de un mafioso por propia decisión. Acá no hay que olvidarse que el propio presidente le mandó a los piqueteros a la Shell. Ni que trató de ladrones a empresarios con nombre y apellido.
Esta prepotencia, esta guaranga exhibición de poder merece todavía hoy el silencio de no pocos "periodistas", que cansados de acusar a quienes no piensan como ellos de "fascistas", se guardan muy mucho de decir algo, alguito, sobre esta patética prepotencia propia del Duce. O del líder histórico del Movimiento: Perón, que hacía exactamente lo mismo.
Acá puede verse en la tele, como decíamos hace unos días, a "movileros" de CQC diciendo que "este y todos los gobiernos" no tomaron previsiones en el tema de la energía lo cual es una mentira de un tamaño descomunal. Estos "movileros" no están allí por casualidad. Están allí para eso. Y esos programas de TV de donde surgen personajes como Claudio Morgado que acusa de "fascistoides" a quienes no votaron a Filmus no están donde están por obra de la imaginación creativa y nada más. No por nada un Filmus, que se atreve a decir que quienes no lo votaron a él no piensan, obtiene sin embargo el 40% de los votos de la Capital. No por nada hay más castristas acá que en Cuba.
Kirchner y su grupo de adláteres patagónicos ha aprovechado en este aspecto el discursito "progre" sectario y fascista. Acá hay dos variantes: o sos "progre" o sos fascista. Ese discursito ha prendido en mucha gente, como antes había prendido eso de que el menemismo es el único régimen corrupto. Hay gente que se ilusiona con la idea de que los buenos están enfrentados a los malos, como en las películas o en los teleteatros.
Y los buenos parece que son los Kirchner, los Fernández, los De Vido, etc. Y los malos serán Alberdi, Mariano Moreno, Belgrano y otros. qué sabe uno.
En el patético juego de la prepotencia hay que "pertenecer" o te quedás afuera por no defender intereses subalternos, espurios, bastardos. O sos parte del "clan" o sos un vendepatria. Es impresionante.
Héctor Trillo (17/8/07)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gente como usted tan inteligente y evolucionada es la que necesitamos en esta Argentina vaciada de esos valores y principios que de su redaccion se detenta.
Mi mayor y admiracion y respeto, y mis mas sinceras felicitaciones por los inteligentes y clarificadores textos que redacta.
Luchemos contra la ignorancia.
Gracias por darme esperanza.
En este pais desesperanzador.

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