PINCELADAS (ABRIL DE 2002)

"Pinceladas"

... otro comentario de Héctor Trillo



Veía hace unos días en la tele la repetición de algunas escenas en las cuales el locutor Hugo Guerrero Martinheitz discutía con una legisladora izquierdista. No importa demasiado el tenor de la disputa, pero sí es interesante marcar el discurso más hacia la derecha del popular "Negro".



Justamente ese discurso generó no pocas "reacciones" en programas ad hoc, como "Televisión Registrada", donde intentaron con comentarios y compaginaciones varias contrarrestar la evidente superioridad intelectual de este veterano locutor tantas veces prohibido y perseguido en su país de adopción.



Inclusive pude ver días pasados una saga de este entuerto, esta vez con Juan Acosta, el cómico, en el cual éste le endilgaba haber dicho que "con Menem estábamos mejor", a lo cual el Negro replicó que él no había dicho eso. Los compaginadores de TR mostraron una escena anterior donde decía que Menem había tenido "huevos", tras lo cual concluían sin concluir que sí había dicho lo que no había dicho.



Es indudable que en la televisión argentina, salvo algunos programas como el de Hadad, es imposible sostener un discurso "de derecha" sin exponerse a todo tipo de triquiñuelas para ser defenestrado. Guerrero Martinheitz es un señor, un caballero que dice lo que piensa y lo hace con altura, y no tiene por qué coincidir con el pensamiento de una diputada comunista o un animador perdonavidas. El pensamiento único ha invertido su rol, señores. Debo decir, por si las inconfundibles moscas, que cuando hablo de un discurso "de derecha" no estoy hablando de otra cosa que de conservadurismo o republicanismo tal como se lo conoce en América del Norte.



La contumacia de la insistencia en tratar de dejar mal parado a un personaje como el Negro, pone en evidencia la falta de argumentos de esta gente, que como siempre no tiene otra actitud ante la calidad expositiva que la diatriba, la mofa, la burla y hasta la compaginación con conclusiones acerca de cosas que nunca se han dicho. A la larga, queda demostrado el paupérrimo nivel de nuestra televisión, que nada tiene que envidiarle a nuestra política. Allí aparecen estos personajes tratando de desdecir con burlas verdades de a puño.....



....En verdad, es lamentable que la diatriba y la truchada reemplacen el sano debate, pero a la larga, favorece a la razón. La barbarie opuesta a la civilización termina dejando lugar a ésta última. No deja de ser un halo de esperanza.

Héctor Trillo (abril de 2002