Tuvimos oportunidad de ver en televisión un reportaje de Jorge Lanata a los periodistas Carlos Ulanovsky y Pablo Sirvén comentando la situación de la televisión actual y un libro que los dos últimos acaban de publicar.
En general, la temática pasó por los carriles de siempre: que la tele es chabacana, que hay programas que son un asco, que han ido variando con el tiempo según los gustos de la gente, etc, etc. Nada nuevo.
Al menos en la parte que nosotros vimos del programa, se notaba una especie de autocrítica incluso sobre las propias consideraciones, especialmente de Pablo Sirvén. E incluso del propio Jorge Lanata. Una verdadera curiosidad especialmente de éste último, que no hace tanto se cansaba de lanzara diatribas contra los canales de televisión cuyos directivos no le gustaban, cualesquiera fueran los programas de que se tratare (V.Gr. el canal 9 de Hadad)
No es nuestra intención, sin embargo, revolver la caca.
Ulanovsky por su parte defendía como podía a un programa bajador de línea como TVR pero no desde el punto de vista de la bajada de línea, que sería en todo caso una ratificación ideológica y punto. Es su derecho. No. Defendía desde el punto de vista de la creatividad y el humor, básicamente. Cuando todo el mundo sabe hoy por hoy que se trata de un panfleto comparable con 6, 7 y 8, el penoso programa de la "Televisión Pública". Tal comparación la hicieron, precisamente, tanto Lanata como Sirvén. Que coincidan estos periodistas en una observación semejante no deja de ser curioso también. Pero así fue.
En realidad se trata hoy por hoy de que el progresismo más rancio debe ubicarse en una posición crítica hacia un gobierno evidentemente autoritario y cargadísimo de trapisondas vergonzantes. Y salvo algunos recalcitrantes al mejor estilo de ciertos diputados que defienden hasta la inexistencia de la sombra, al resto de los mortales no les queda más remedio que darse vuelta de manera definitiva. Lo hicieron no hace tanto periodistas como Alfredo Leuco, Ernesto Tenembaum y el mismísimo Lanata, que solía tener una posición bastante más condescendiente con el inefable Néstor Kirchner. Y el más reciente "traspaso" de Luis Majul es un dato inconstrastable en este sentido.
Pero el motivo por el cual nos dispusimos a escribir estas breves líneas es otro. En un momento dado Lanata planteó que el gobierno se mostraba maniqueo. Hizo la clásica referencia a que "o estás conmigo o sos malo" (o mi enemigo, o "la contra" o lo que se quiera). Ulanovsky entonces mostró la hilacha una vez más. Dijo, palabras más palabras menos..- Bueno, Clarín hace lo mismo, o estás con él o sos su contra. Notable.
Ulanovsky no es una persona joven, digamos que es casi un anciano.Si es que no lo es definitivamente. Es un periodista que tiene escritos libros, que tiene una vastísima trayectoria en medios orales y escritos. Que ha viajado por el mundo, suponemos. Y todos cuantos etcéteras queramos o precisemos.
Sin embargo, incurre en esa especie de basura ideológica tan cara a ciertos personajes como por ejemplo Kunkel o Randazzo. O el mismísmo Kirchner. Confunde un medio de expresión con el Gobierno Nacional. Le da a ese medio una entidad, lo personaliza. le da "vida propia". Y así, alguien puede estar a favor o en contra de un medio. Y ese medio, como un ente con alma propia, juzga a quienes lo juzgan como amigos o "contreras". Y por lo tanto, y aquí el sumun de la inconsistencia, está en igualdad de condiciones que el gobierno.
Nos recuerda al también inefable Eliaschev, cuando decía en el programa de Badía que el gobierno alfonsinista hacía bien en sacarle la publicidad oficial al diario La Prensa porque éste medio era opositor y defensor de regímenes militares.
Por suerte, Pablo Sirvén ensayó un tímido "bueno, a mí no me preocupa lo que hace o juzga Clarín, pero sí el gobierno..." palabras más, palabras menos.
La confusión entre un medio de difusión, que tiene sus ideas y apunta a ellas como mejor le plazca, y el gobierno nacional que es de todos, es impresentable. No es posible que una persona grande, con trayectoria, con conocimientos termine prácticamente afirmando "qué te pasa Clarín..." Porque en definitiva es eso lo que subyace.
¿Qué te importa, Ulanovsky, lo que hace o dice Clarín, o La Nación o Página 12 o quien carajo sea? ¿Es igual que un diario o un grupo editorial defina su posición de manera maniquea a que lo haga el gobierno nacional? ¿No lo escuchaste a Pepe Mujica ayer mismo?
Así es como esta gente termina luego justificando el panfletismo vergonzoso del Canal 7 o del Canal Encuentro a la hora de pasar "documentales" políticos que son verdaderas basuras por su parcialidad y por la mentira histórica que significan. Y no decimos mentira porque descaradamente mienten , que también lo hacen...sino porque OCULTAN LAS POSICIONES DE QUIENES PIENSAN DIFERENTE SIENDO CANALES PÚBLICOS.
Lo mismo ocurre en las escuelas, en los "planes de estudio oficiales", donde los chicos aprenden en literatura sobre Rodolfo Walsh pero no tienen puta idea de quién era José Hernández o Rubén Darío.
Héctor Trillo
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