CAPUTO LOGRÓ SU OBJETIVO
Tal como era de prever, fue Caputo quien arrancó con el asunto de las prepagas Lo hizo cuando recibió en su casa la factura para él y supongo que su familia por un monto superior a los $ 700.000. Así lo dijo la periodista Débora Plager en la radio hoy. Y lo tomo por cierto, porque creo conocer bastante bien la mentalidad del ministro desde los tiempos del gobierno de Macri.
Hoy, cualquier encuesta que se lleve a cabo, habrá de mostrar que la inmensa mayoría de las personas responderán que los directivos de las prepagas son unos ogros. Malignos especímenes de la desgracia argenta, como todos los empresarios, comerciantes, supermercadistas, verduleros, panaderos, plomeros o lo que sea. La culpa, señores, ha quedado una vez más del lado del más fuerte, que para esta mentalidad es el comerciante y no el consumidor.
Como ya escribí, nadie se detiene a pensar qué pasará con el financiamiento del sistema de salud privado.
Mientras tanto, los políticos llevan adelante, sin vergüenza alguna, aumentos de sus dietas en porcentajes descomunales. Y son ellos, con toda seguridad, los que, dueños de la ética como son, se cansarán de putear contra las prepagas.
Así vamos por la vida, como el cántaro va a la fuente. Finalmente se rompe, aunque no sabemos cuándo.
Algunas voces se alzan en contra de la locura general. Por elemplo la del Dr. Carlos Regazzoni, quien afirmó en un reportaje radial que hay 1800 clínicas y sanatorios al borde de la quiebra, y que con esta medida oficial de retracción de tarifas, se funden (sic) Agregó, por si fuera poco, que ha sido un error agregar el 20% de impuesto a las cuotas, cosa que surge del DNU 70/23 y que toda la música detractora de los incrementos "abusivos", ha borrado sistemáticamente de su discurso.
El gobierno, de la mano de Caputo, ha recurrido al viejo decálogo populista-peronista: Hay que terminar con los "abusos", no puede ser que suban tanto de golpe, tienen que pensar en los usuarios. Lindo y simpático discurso para la mentalidad media argentina. Entretenido, podría decirse. A su vez sirve para que los esbirros de C5N se pregunten con rostro irónico "¿No es que eran liberales?"
Ha sido muy fácil: nos presentamos a la justicia acusando de cartelización a las prepagas, salimos hablando de la pobre gente que no puede pagar y tiene que borrarse, nos ponemos del lado de las víctimas en este juego, y ganamos el apoyo de la gente.
¿Cuántas veces me habrán oído y leido decir que este es un "país terminado"? Seguramente algunas o muchas. Es que creo que existe una mentalidad, una "batalla cultural" que ha venido horadando sistemáticamente y por décadas el sentido común. De tal modo que, por ejemplo en este caso, muy pocos se habrán detenido a pensar en cómo se financiarán las prepagas luego de este zarpazo populista. Supongo que esperarán ayuda gubernamental, como siempre. Por ejemplo para que no se fundan sanatorios y clínicas. Aparecerán tal vez sanatorios y clínicas "recuperadas" con ayuda estatal, no sé.
En lugar de trabajar seriamente en la cuestión para intentar resolver el increíble atraso tarifario que llevaron adelante sucesivos gobiernos con la frutilla de la torta de un irresponsable que debería estar preso como Sergio Massa, Caputo y los suyos han elegido colocar el eje del mal en los prestadores médicos.
Ah, y del nuevo impuesto del 20% en las cuotas, ni una puta palabra.
Caputo logró su objetivo. Al menos hasta tanto la justicia se expida. Y esperemos que no se expida como suele ocurrir con la justicia neoyorquina, que respeta a rajatabla el derecho de propiedad. Mientras tanto, habrá que seguir apechugando para conseguir turnos, lograr que te hagan estudios complejos, conseguir que el médico te escuche más de 3 o 4 minutos y así siguiendo.
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