LA RIQUEZA Y SU DISTRIBUCIÓN.
Las declaraciones del Papa han dado lugar a todo tipo de anàlisis y conjeturas. Debido a eso, se han elaborado algunas interpretanciones, que, una vez màs, requieren una explicación sobre el origen y destino de los bienes
El Papa se ciñe, creo yo, a lo que establece la Iglesia Catòlica, que se basa en las afirmaciones del propio Jesucristo. Esto requiere algunas aclaraciones.
Jesús echó a los mercaderes del templo, afirmó que los pobres han de heredar la tierra, y tambièn que "difìcilmente algùn rico vaya ya al reino de los Cielos"
Por parte este mismo Papa dijo no hace mucho que "el derecho de propiedad es un derecho secundario"
Todo esto forma parte, de una forma u otra, de la llamada "Doctrina Social de la Iglesia".
Las enseñanzas de Jesús ocurrieron hace màs de 2000 años, en un contexto determinado, entre otras cosas porque en aquel entonces prometìa una segunda venida, para lo cual era suficiente con ser pobre para ocupar un lugar en la lista de los agraciados. Una vez, ante la necesidad, multiplicò los panes y los peces. Pero eso ocurriò solo una vez. Y nadie tiene la facultad de hacerlo en este mundo.
Perdòn que haga estas referencias de tipo religioso. No soy quien para enmendar la plana a nadie, y menos a Jesùs. Pero considero que todo esto debe enmarcarse, lo reitero, en un contexto dado. Por eso, entiendo, no deben tomarse literalmente las expresiones vertidas hace màs de 20 siglos.
El Pontífice insistió con aquello de que "los ricos" deben ser generosos, compartir sus bienes, atender a los pobres y asì seràn susceptibles de ser considerados "buenos", todo lo cual resulta muy loable. Pero la riqueza, si se reparte totalmente, convierte a todos en pobres, porque la producción de bienes requiere capital acumulado, y por lo tanto no hace màs que empeorar la situación. No es combatiendo al rico que se favorece al pobre. Por otro lado, la presiòn tributaria en la Argentina y en el mundo que habitamos es suficientemente alta, y cabe suponer que los gobiernos se encargan de distribuir la riqueza obtenida bajo el poder que detentan los gobiernos, mediante el cobro de innúmeros impuestos, tasas y gabelas, y se distribuye entre los màs necesitados, como oimos repetir todos los dias.
Francisco hizo alguna referencia a quienes producen los bienes que requieren los seres humanos, pero algo quedò subyacente, y es hasta què punto tales productores son generosos, porque parece que no lo son.
Las personas que ostentan grandes fortunas no estàn en absoluto alejadas de la convivencia humana. Disponer de bienes y dinero debe llevar a analizar què pasa con eso.
Si un rico construye una mansiòn impresionante, para hacerlo contrata gente, compra materiales y todo tipo de accesorios que por su parte son producidos por otros, que a su vez pagan sueldos a quienes los producen. Y asì en una cadena que implica que todos ellos puedan cubrir sus necesidades. A su vez, si tal rico tiene automòviles y yates, tambièn los ha adquirido y con el dinero que ha pagado sostiene a los industriales y trabajadores que los fabricaron. Asì podrìa seguirse hasta los puntos màs recònditos de la cadena "de medios a fines", tal como la describe Herbert Simon, que relaciona los medios para alcanzar los fines propuestos por el ser humano.
Y què ocurre con el dinero en efectivo. El dinero se deposita en instituciones financieras, cuya finalidad es recibir ese dinero ,pagar una tasa de interès por èl, y luego prestarlo a una tasa de interès mayor, y asì obtener una renta. Esta ùltima actividad suele ser vilipendiada por teòricos e idealistas màs o menos "progresistas", pero en la pràctica el mundo econòmico tal como lo conocemos no podrìa existir si se elimina el crèdito. Ninguna empresa podría funcionar sin adecuada financiación.
Acà no estamos hablando de irregularidades o delitos, sino de còmo funciona el sistema.
De tal manera que toda riqueza tiene una funcionalidad dentro de la economìa. Y es la tasa de capitalizaciòn la que determina el estàndar de vida que puede alcanzar una naciòn. Esta tasa permite medir el rendimiento esperado de un bien en un lapso determinado. Son los equipos de capital los que permiten obtener màs o menos ingresos por unidad de tiempo. Es decir, cuantas màs màquinas y adelanto tecnológico se tengan, màs ingresos han de producirse, y mayor serà la tasa de capitalizaciòn. Así es como se reduce la pobreza y se mejora la calidad de vida.
Por lo demàs, todo bien tiene valor en tanto sea requerido por otros. Tendrà valor econòmico de acuerdo a la oferta y la demanda. No tiene sentido ni valor econòmico alguno, poseer bienes que nadie necesita ni quiere Fabricar heladeras en la Antàrtida o estufas en el Sahara, por ejemplo. Esos bienes tendràn valor en otras latitudes, pero no allì.
De tal manera que, para no aburrir todavìa màs de lo que seguramente aburre todo esto que he escrito, me parece necesario que el Papa se adentre en estos asuntos, para encajarlos en las enseñanzas de la religión que profesa.
Un mundo lleno de pobres, donde la natalidad es irrestricta, el aborto un delito y el uso de anticoneptivos un pecado, difìcilmente tenga el destino que esperamos tenga todos quienes deseamos que sea mejor.
Bill Gates, Jeff Bezos, Steve Jobs, Henry Ford, Elon Musk y nuestro Galperín contribuyeron y contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida en este mundo. Serà impopular para muchos decirlo como yo lo digo, pero es asì. Y esto incluye, guste o no, al propio Vaticano y todos los bienes que posee.
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