EL PARO: OTRA VEZ LA BURRA AL TRIGO
Hace muchos años que siempre es lo mismo. Al día siguiente se oye y se lee que el paro fue un éxito, o un fracaso, o más o menos. Todo depende del medio de que se trate. También nos encontramos con el consabido "¿què ganamos?"
Antes y despuès, vemos y leemos una y otra vez la cantidad de paros generales que le hicieron a cada gobierno. También vemos y leemos que el èxito relativo es mayor si pararon los medios de transporte. Y si no pararon, patotas neofascistas atacan a piedrazos a las unidades para que no puedan circular (Una curiosa forma de darle la razón al otro, diríase, parafraseando a Borges, ¿qué clase de éxito sería ese?).
Los entrevistados por movileros varios en su mayoría solo quieren poder ir a su trabajo, aùn si consideran que la medida es acertada. Es raro eso, pero es así.
Los popes cegetistas son peronistas y le hacen paros especialmente a gobiernos no peronistas. "La rama sindical" le llamaba Juan Perón. Claro, origen fascista, sindicato único por rama de actividad, personería gremial otorgada por el Poder Ejecutivo, afiliaciòn compulsiva, aportes obligatorios a cargo de los empleadores, administración de las obras sociales...Muy simple. Son peronistas, están financiados por una legislaciòn copiada de la "carta del lavoro" mussoliniana. Un trámite.
Mientras la legislación ampare y financie esta verdadera mafia todo seguirá siendo igual.
Hace muchos años que viene hablándose de una reforma laboral. Hubo tibios intentos de flexibilización en tiempos de Carlos Menem que por supuesto al final quedaron en la nada. Antes, Alfonsín intentó una reforma sindical (La ley Mucci) que tuvo la aprobación de los diputados y el rechazo de los senadores, éstos últimos con mayoría peronista.
Lo cierto es que mientras no se avance sobre una reforma que logre la democracia sindical, no se terminará la "caja" y seguirán los mismos "gordos" haciendo exactamente lo mismo durante vaya a saber cuántas décadas más.
A la "industria de la pobreza" el gobierno actual le cortó el financiamiento, se acabaron los piquetes en general.
Y así llegamos a la otra rama de todo este asunto. ¿Por qué no se declara la inconstitucionalidad de ciertas leyes?, porque gran parte de lo que mencioné al principio basado en la "carta del lavoro" es manifiestamente inconstitucional. ¿Alguien lo plantea?, ¿Hay causas iniciadas? No, que yo sepa.
Los empleadores deben retener parte del sueldo de los trabajadores para aportarlo al sindicato, los afiliados sufren consecuencias si pretenden desafiliarse o cambiar de obra social, que administra el sindicato. ¿Qué sindicato?, el que tiene personería gremial, porque si hubiera otro u otros sindicatos de la misma rama, al carecer de personería gremial no recibirían aportes compulsivos. Y así siguiendo.
El sentido de la huelga del artículo 14 bis de la Constitución tiene que ver con el reclamo de un gremio por mejoras laborales en todos los aspectos, no con el paro de todos los gremios para pedir cambios de la política que aplican quienes fueron elegidos por el pueblo en elecciones libres y democráticas. Eso debería ser considerado subversivo o incluso sedicioso. Jamás ocurrirá, no sería "políticamente correcto"en los tiempos que corren. Pero lo cierto es que en el resto de los paìses del planeta entero es rarísimo ver algo así como un "paro general".
En tiempos de Onganía fue que se agregaron las Obras Sociales a la administración sindical. Estas Obras Sociales, son la consecuencia del mal funcionamiento de la salud pública, y se superponen con ella. Trabajadores y empleadores deben aportar a ellas, y los últimos son los obligados por ley a ingresar los aportes.
La carga que implica para los empleadores contar con empleados legalmente contratados es enorme, casi un 70% del salario "de bolsillo", Con parte de eso se sostienen Obras Sociales y Sindicatos con personería gremial.
La Justicia hace silencio o incluso avala la postura de los capitostes sindicales.
Todo el mundo ve y sabe cómo viven estos últimos, ni falta hace mencionarlo. Excepto que son ellos los que dicen representar a "los trabajadores" cuando en verdad son parte de la nueva oligarquía político sindical a la que los trabajadores les importan un carajito.
De modo tal que, finalmente, una vez más la burra fue al trigo, y seguramente seguirá yendo. Es parte del paisaje
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