El Ágora
LA AGONÍA DEL KIRCHNERISMO Y LO
QUE SIGUE
No creo que alguien pueda poner en duda
que estamos asistiendo a la agonía del kirchnerismo. Deserciones, acusaciones,
enfrentamientos y hasta ataques personales entre ex compinches del régimen vencido
en las urnas democráticamente el 10 de diciembre, son una realidad.
Los “capitalistas amigos” endeudados, despiden gente, no pagan cargas
sociales ni sueldos, se les descubren acuerdos non sanctos con la AFIP y hasta
se acusan entre ellos de poder o no poder justificar sus patrimonios.
La política seguida por régimen, consistente en cooptar medios de
difusión a como dé lugar para armar el aparato de propaganda más grande de la
historia ha fracasado de manera tan estrepitosa, que los medios y los
“periodistas militantes” se han
derrumbado como un castillo de naipes apenas se les cortó el chorro de fondos
oficiales.
Las imágenes del hijo de Lázaro Báez y un grupo de cómplices contando
millonadas de dólares y de euros en la llamada “La Rosadita” terminó de poner
sobre el tapete la basura del régimen y sus nefastas consecuencias para la vida
de la sociedad toda.
Un país cargadísimo de corrupción y sobre todo de impunidad. 30% de
pobreza. Millones de indigentes. Medio país necesitado de alguna forma de
subsidio para sobrevivir. Una verdadera porquería por donde se la mire.
La visita de Barak Obama puso la frutilla a la torta. El primer
presidente negro de los EEUU, el sueño de Martin Luther King, defenestrado por
una patota de ladrones que se aprovechan de las ventajas de un Estado Fascista
es una pintura entre cubista e impresionista que siguiendo la onda del arte
pictórico se resumiría en los numerosos “gritos” de Munch.
Las vacuas acusaciones a Mauricio Macri de ser un gobernante “de
derecha” encierran, a su vez, la intolerancia y el autismo de grupúsculos de
marginales ideológicos, como Horacio González, el recordado director de la
Biblioteca Nacional que tuvo el descaro de escribir una carta a Cristina
Fernández para que impidiera al Premio Nobel Mario Vargas Llosa inaugurar la Feria del
Libro hace unos años.
Porque de paso sea dicho es necesario distinguir entre jóvenes
inexpertos y poco leídos de personajes que la van de “intelectuales”
supuestamente democráticos y no tienen un pelín de vergüenza a la hora de pedir
la censura y la prohibición de reconocidísimos escritores a nivel mundial por
sus ideas políticas.
Que Macri sea tildado “de derecha” o de
“empresario” por parte de grupos que adhieren incondicionalmente a un gobierno
que supo tener entre sus máximas el llamado “capitalismo de amigos”
encumbrando a nefastos personajes con
todo tipo de favores para convertirse en “empresarios” es bastante más que una
broma de mal gusto.
La propia expresidenta y su hijo entran
en la caterva de favorecidos por un régimen autoritario, sectario y claramente
fascistoide. Las “cuevas”, el lavado de dinero, las empresas fantasma, los
alquileres de miles de habitaciones en hoteles de la expresidenta y su familia jamás
ocupadas, los jueces amigos que anulan allanamientos por llamados desde la Casa
Rosada y un millón de etcéteras nos eximen de más comentarios.
Es notable como esta manga de devenidos ricos de la noche a la mañana
por el favor de un Estado corrupto y fascista, se vuelcan a las posiciones de
la extrema izquierda de origen trotskista, por ejemplo. Y cómo ésta última casi
que los acepta, porque eso también hay que decirlo. Sería bueno que el señor
Pitrola tomara la debida distancia de la mafia kirchnerista, ¿verdad? No son
pocas las veces en las que un manto de curioso silencio se aproxima bastante a
la complicidad.
¿Cuál es la razón por la cual se ataca
la visita de Obama cuando la propia ex presidenta se cansó de intentar besar su
mano en cuanto encuentro internacional hubo? ¿Por qué motivo se ataca hoy, en
la Argentina, a uno de los presidentes yanquis más progresistas del último
medio siglo luego de Jimmy Carter?
Acá no importa lo que nosotros pensamos
personalmente de ambas figuras, pero desde el punto de vista colectivo lo que
estamos diciendo es una realidad.
En castellano básico deberíamos decir
algo así como que no hay poronga que les venga bien, ¿verdad? ¿La hay? ¿La
habrá?
En realidad el problema de fondo es que
Obama se acercó a la Argentina con la llegada de la coalición “Cambiemos”, que
lejos está de ser una coalición “de derecha” como pretenden los grupúsculos
fascistoides que SÍ son de derecha.
La coalición entre radicales y
macristas, a los que se suma el apoyo de la Coalición Cívica de Lilita Carrió,
la designación de Martin Lousteau como embajador en EEUU y el apoyo de cada vez
más desertores del FPV nos exime de comentarios inútiles.
Acá estamos ante un gobierno que
intenta acercar posiciones, limar asperezas, dar conferencias de prensa, hablar
por radio y televisión y mostrar lo que intenta hacer, sea esto bueno o malo.
Es decir, la antítesis del autoritarismo fascistoide del cristinismo, ¿o no?
Si tenemos que opinar personalmente
diremos que esto, que parece va tan rápido, en realidad va demasiado lento.
Hacen falta planes integrales, una reforma impositiva seria tanto nacional como
provincial y municipal. Un ataque decidido contra la inflación muy lejos de
planes de “precios cuidados”, difusión de precios por Internet y toda esa clase
de pamplinas.
Sabemos que hay cosas que están
haciéndose. Es verdad.
Pero endeudarse para evitar emitir
moneda es tirar la pelota para adelante, seguir con controles de precios y ataques
a los empresarios acusándolos de ser “formadores de precios” para zafar de la
responsabilidad del Estado o intentar regular el mercado cambiario comprando o
vendiendo dólares a precios irreales no es ni de lejos el camino para sanear la
economía. Encima luego de tantos años de satrapía.
El kirchnerismo está hoy en sus
últimos estertores. Salvo algún grupúsculo de adictos que todavía liba de las
arcas públicas en algunas provincias, el resto está esperando que llueva alguna
forma de dádiva que les permita sobrevivir. Sin destino, sin orden, y
evidentemente sin dirección alguna, prueban en las redes sociales con todo tipo
de panfletos inconexos, incoherentes, y
hasta contradictorios. Falta la mano de Abal Medina por ejemplo.
“Triste, solitario y final” el
kirchnerismo quema las naves asociándose a favor de los “derechos humanos”,
tema que jamás le importó un comino ni a Cristina ni a su difunto esposo, como
todo el mundo sabe. El famoso “curro” de
los derechos humanos, del que habló el fallecido fiscal Julio César Strassera
es una realidad que se escurre como agua entre los dedos.
No les queda nada, muchachos, mejor
sería que por vergüenza nomás se llamaran a silencio. Porque entre otras cosas
votarán masivamente la derogación de las leyes que impiden el acuerdo con los
llamados “fondos buitre” porque varias provincias están fundidas y necesitan
financiamiento. Aprobarán mansamente que el FMI venga a cumplir las pautas del
programa del cual somos socios y audite nuestras cuentas. Se callarán la boca con los “ajustes” de
tarifas que llegaron al colmo de la ridiculez y todos los saben. Y finalmente,
mirarán para otro lado ante cualquier acuerdo que haga el actual presidente
para atraer inversiones. Porque así son, señores. Está en su naturaleza.
Buenos Aires, 26 de marzo de 2016 HÉCTOR
BLAS TRILLO
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