El Ágora
EL SIMPLISMO POPULISTA
Una de las principales
armas del populismo
para imponerse es el simplismo. Las consignas contundentes
pero que carecen de
contenido lógico son un arma poderosa entre la gente
descontenta o que
simplemente no tiene por qué conocer en detalle un análisis
algo más profundo
que desmenuce tales consignas. A este asunto apuntan las
siguientes líneas.
Leíamos
esta mañana en las
redes sociales un “post” que dice simplemente: “Cuando se fue
Cristina, la
nafta costaba $ 12.- , ahora roza los $ 30.- decime que ahora
estás mejor y me
caigo de culo”.
Por lo que pudimos ver, el
envío en cuestión
fue hecho por un acérrimo defensor del kirchnerismo que sin
embargo se ha hecho
público por su participación en un grupo de familiares de
víctimas del atentado
a la AMIA.
Esta
clase de comparaciones no
sólo es simplista porque se limita a comparar el precio de la
nafta para
razonar acerca de si alguien está mejor o peor, sino que tal
comparación se
hace en una moneda como el peso argentino que es inestable y
se devalúa
constantemente como consecuencia del proceso inflacionario
gestado, justamente,
durante los años del kirchnerismo. Esto sin dejar de decir que
alguien puede
estar mejor o peor por una cantidad infinita de variables.
Desde la libertad de
elegir hasta la de pensar y expresarse. Desde no tener que
soportar programas
neofascistas incorporados adrede en la transmisión de un
partido de fútbol
hasta las cadenas nacionales inaugurando una canilla. Desde
poder comprar
libremente, a algún precio, la moneda extranjera que se quiera
hasta no tener
que hacer las recordadas “DJAI” (declaraciones juradas de anticipo de
importaciones) para que un
funcionario “autorice”, en un país libre, a alguien a comprar
un producto o no
hacerlo. Y así podríamos seguir.
Pero
sigamos con el ejemplo de este
personaje. El 10 de diciembre de 2015 el dólar oficial costaba
en promedio $
9,70 y hoy cuesta $ 19,80. Como para hacer comparable un
precio lo primero que
debemos hacer es quitarle el efecto inflacionario, podemos
pasar el valor de la
nafta a dólares, dado que el dólar es una moneda infinitamente
más estable que
nuestro vapuleado peso. Veamos entonces.
Si
damos por válidos los dichos del
panfleto posteado, tenemos que en diciembre de 2015 la nafta
valía U$S 1,24. Hoy
vale U$S 1,515. Pero
como somos curiosos
intentamos comprobar si
los valores
consignados son reales.
Pudimos
ver así que, por un lado la
nafta Premium cuesta efectivamente hoy algo menos de $ 30,
pero por ejemplo en
noviembre de 2015, la misma nafta costaba $ 14,64 como puede
verse en el
siguiente link: http://www.lanacion.com.ar/1848233-se-extendio-la-suba-de-precios-de-las-naftas.
A su vez, en ese mes, el dólar oficial costaba algo menos que
en diciembre: un
promedio de $ 9,55 por dólar. http://www.paralelohoy.com.ar/2015/11/martes-10noviembre2015-cotizacion-dolar.html
Hagamos
nuevamente la cuenta entonces:
en noviembre de 2015 la nafta Premium costaba ¡U$S 1,515!!!.
El
simplismo populista encierra varias
características. Por un lado tomar datos aislados, como
decimos, para
establecer así el índice general de bienestar o malestar que
pueden tener TODOS
los habitantes de un país, y por el otro tergiversar las
cifras para mentir
sobre la realidad. Sobrada experiencia tenemos con el INDEC de
aquellos
infaustos años, o la increíble andanada neofascista del
programa populista por
excelencia: 6,7,8.
Pero
vayamos un poco más lejos, incluso.
El panfleto habla del precio de UN combustible, pero como más
o menos todos
sabemos, en la Argentina teníamos un problema bastante más
amplio con TODOS los
combustibles. Por ejemplo con las tarifas de gas y de luz que
llegaron a tener
valores absolutamente ridículos.
Sin
irnos por las ramas, en muy pocos
años el populismo kirchnerista los dejó sin autoabastecimiento
de combustibles.
Y de ser exportadores netos, pasamos a ser importadores netos
de naftas, gas,
gas oil, fuel oil y energía eléctrica.
El
despilfarro se produjo a partir de
2002 y se acentuó a partir de 2004, cuando el efecto de la
inflación provocada
por el régimen vigente, no se trasladaba a los precios de los
combustibles o de
las tarifas, que terminan siendo la misma cosa. Es recordado
el enojo ramplón
del ex presidente Néstor Kirchner con su vicepresidente:
Daniel Scioli, cuando
éste último dijo públicamente que las tarifas debían ir
ajustándose para evitar
consecuencias desagradables.
El
país pasó de ser exportador neto de unos U$S 5.000
millones de dólares
de combustibles a ser importador de unos u$S 14.000 millones
hacia el año 2013.
Ver http://www.ambito.com/727875-argentina-paso-de-autoabastecimiento-y-vender-energia-a-depender-de-importaciones.
¡La
diferencia es de unos U$S 19.000
millones anuales! Por supuesto que si alguien pagaba $ 50.- de
electricidad por
bimestre y ahora paga $ 300 o 400 por mes, ese alguien dirá
que antes estaba “mejor”.
Pero ¿lo estaba? ¿lo estábamos teniendo que gastar semejante
suma de divisas
anuales para poder contar con servicios con valores ridículos?
Y para
terminar: acá no estamos evaluando
si en conjunto la calidad de vida ha mejorado o empeorado,
porque un juicio de
valor de ese tipo requiere por
lo menos
de análisis y encuestas exhaustivas a cargo de profesionales
de la sociología,
y no de comentarios echados al vuelo en las redes sociales por
militantes
políticos de nulos conocimientos o profunda mala fe, por decir
lo menos. Sí
estamos diciendo que el simplismo se enciende y se propaga
como reguero de
pólvora entre mucha gente. Especialmente entre jóvenes
ideologizados o que
adhieren a postulados conspirativos.
Sólo mostramos la realidad, con datos concretos y
objetivos extraídos de
fuentes públicas.
Y
todavía nos faltó calcular la pérdida
de valor del dólar a nivel internacional. Porque no se
compraba lo mismo con un
dólar en diciembre de 2015 en Nueva York, que lo que se compra
hoy.
Buenos Aires,
28 de enero de 2018
HÉCTOR BLAS TRILLO
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