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miércoles, 18 de enero de 2023

CONTRACORRIENTE: EL CRIMEN DE FERNANDO

 UN COMENTARIO SOBRE EL CRIMEN DE FERNANDO.

Es tal la saturación de información respecto del crimen de este muchacho que supongo que sobre el asunto del juicio en sí, nadie podría agregar nada más que no fuera redundante.
Lo que yo he he preguntado mil veces y no solo en lo que se refiere a este terrible caso, sino a todos los casos en los que jóvenes adolescentes llevan adelante todo tipo de desastres todo el tiempo. Por ejemplo, no hay fin de semana sin que algún automóvil de alta gama se estrole contra un árbol o contra lo que sea y mueran 3 o 4 pibes de 20 años o algo más. Drogados, borrachos, alienados vaya a saber con qué sustancias o simplemente imbuidos de esa extraña forma de destacarse de muchos jóvenes, que consiste en manejar sus autos a altísimas velocidades, calculo yo que como una forma de lucirse ante en resto.
Algo similar ocurre con estas patotas de jóvenes varones que concurren a boliches no para bailar o intentar conquistar alguna chica, sino para buscar camorra y molerse a palos..
Vivo a media cuadra de la Av. Gaona en Ramos Mejía. He contado otras veces lo que son las madrugadas sabatinas o dominicales pese a la enorme cantidad de policías que se ven por todas partes.
Siempre me he preguntado: dónde están los padres, dónde está la familia, el entorno social y familiar en el que se han criado.
En el caso de este crimen atroz, ciertos sectores ideologizados bastante recalcitrantes y sectarios, han asociado el comportamiento de estos chicos con el juego del rugby, por ser un deporte "violento". No soy sociólogo, psicólogo ni nada como para evaluar la relación que pudiera existir entre una cosa y la otra. Pero fácil es colegir que se trata de una desviación propia de cerebros exaltados que todo en la vida lo asocian con la llamada "lucha de clases" y dado que consideran al rugby un deporte "de élite", alpiste. Esto es una obviedad para quienes, como yo, conocemos muchas personas jóvenes que han practicado o aún practican ese deporte y no tienen un pelo de violentas.
Acá de lo que se trata es de preguntarse "dónde están los padres", repito.
Como padre que soy, siempre he tratado de estar alerta de lo que hacían mis hijos los fines de semana. No quiero ponerme de ejemplo y no voy a hacerlo. Sólo eso: traté de estar alerta. De hablar con ellos, de hacerles recomendaciones y sobre todo de comentarles mis miedos. Sí, mis miedos. Algo que sinceramente recomiendo siempre: los chicos tienen que poder internalizar que los padres tenemos miedo. Pero no quiero detenerme en esto.
Si tu hijo tiene un auto de altagama, "ploteado", con escape libre..no sé, no estoy demasiado en onda hoy por hoy, ¿estás seguro de que cuando sale con él un sábado va a manejar tranquilo y sobrio luego de "la previa", por ejemplo? Hay cosas que son tan obvias que cuesta creer que igualmente ocurran
Estos jóvenes que mataron a Fernando a patadas, se han arruinado la vida Se la han arruinado obviamente a los padres del joven muerto, tanto que a mí me cuesta mucho poder verlos declarar ante las cámaras de a tristeza que me transmiten. Y también le han arruinado la vida a los padres de ellos, a sus familiares, a todo su entorno. Y fíjense que luego de cometido el crimen, los comentarios que hacen entre ellos son tan atroces como el asesinato mismo. Palabras como "caducó", o expresiones del tipo "vamos a premiar" muestran un grado de crueldad indecible. El festejo ante lo que acaban de hacer. Ni siquiera se trata de haberse peleado, se trata de matar a patadas en patota a un chico indefenso y festejarlo El grado de perversión es absoluto, al menos para mí.
Además, según leo y escucho, todos ellos tienen antecedentes de salir a buscar pleito una y otra vez, casi como única diversión posible. En Zárate, de donde provienen, que es una ciudad relativamente pequeña donde todo el mundo sabe quién es quién.
¿Sociopatía?, ¿psicopatía?, no lo sé.
Solo decir que los adultos tienen una enorme responsabilidad en el desarrollo de este tipo de conductas patológicas en jóvenes cuyo destino inexorable será la perdición definitiva, sean condenados o no. Porque no les queda otra. Ni a ellos ni a sus padres les queda otra. Un final muy triste para todos. Y ni qué decir de los padres del chico muerto.

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